Casi de resaca aún de ver ayer la película más esperada de este final de año (o del año entero según preguntes), he de decir que según pasan las horas tal vez vaya apreciando más virtudes de las que viví en el mismo instante de salir del cine. La primera incursión del fan incondicional J.J.Abrams en el nuevo renacer del universo Jedi de la mano de Disney y George Lucas no creo que haya defraudado a nadie, y mucho menos a los aficionados incondicionales de esta mítica y legendaria saga espacial.
En este Episodio VII, El despertar de la Fuerza, nos situamos unos cuantos años más tarde de aquel día en el que Luke Skywalker, Han Solo, la Princesa Leia, Chebwaca, C3PO y R2D2 destruyeron la segunda Estrella de la Muerte y con ella al malvado Darth Vader. En una realidad en la que una nueva organización llamada la Primera Orden está decidida a acabar con la paz y tranquilidad que ha reinado durante años, aunque la Resistencia no se lo va a poner fácil. Y más cuando consigan rescatar de su retiro al desaparecido Luke, algo que no será sencillo y que necesitará de la ayuda de unos nuevos, y a cada cual más peculiar, miembros del nuevo ejército de la comandante Leia. Pero también con algún conocido de otras aventuras.
La película tiene muchas virtudes dignas de un director como Abrams que ya está acostumbrado a estas tareas espaciales después de su incursión en las dos entregas de la nueva generación de Star Trek. Y no defrauda nada en absoluto con una fotografía cuidada y muy bien conducida sin alardes innecesarios que podrían haber lastrado el film. X-Wings por doquier, un Halcón Milenario rescatado del olvido, una Estrella de la Muerte grande como un planeta…muy bien la verdad. La banda sonora no es buena. Como en casi cualquiera de las obras de John Williams es magnífica. Menos abundancia de la marcha imperial por la ausencia de Vader, pero muy bien conducida siempre, con momentos de silencio instrumental escogidos milimétricamente. En cuanto al guión, aquí es donde yo le encuentro la pega, porque realmente me pareció bastante previsible de principio a fin. Bien es cierto que las mezclas familiares y los mitos de la legendaria Fuerza y el Lado Oscuro poco dejan a la improvisación. Y lo que es más. Casi seguro que los fans (y los que no lo son como yo) ya advierten por donde puede ir el Eposidio VIII dentro de 2 años. Es lo que tal vez me mosqueó al ver la película, pero bueno, es realmente entretenida y no deja lugar a descansos, siempre ocurre algo. Eso es muy de agradecer porque no siempre ocurre y eso suele lastrar mucho un filme.
En cuanto al reparto, pues bueno, tenemos una buena mezcla de veteranos y noveles. Empecemos por los nuevos. Daisy Ridley me gustó bastante. Lo ha hecho muy bien, y más contando que tiene una presión increíble con un personaje que va a marcar su carrera para siempre. John Boyega no me gustó tanto. Creo que muchas veces sobreactuó y recogió mucho del papel de C3PO en la primera trilogía poniendo las notas de humor junto al genial androide BB-8. Personalmente no me pareció que hiciera un trabajo destacable. Oscar Isaac ni fú ni fá. No parece que sea de momento una gran aportación. Ridley se los come a los dos con patatas. Y vayamos ya con los veteranos. Es obvio que Harrison Ford está mayor, pero es muy bueno y cumple a la perfección con el papel del capitán Solo una vez más. No me gustó tanto la aparición de Carrie Fisher. Es muy evidente porqué no ha vuelto a actuar de manera relevante desde que abandonó a Leia. Poco más hay que destacar que no sean las apariciones de los adorables Chewie, C3PO y R2D2 y la breve de Max Von Sydow.
En resumen, una gran vuelta al mundo Star Wars, realmente entretenida y bien hecha, que si bien no alcanzó la excelencia en opinión de este humilde cinéfilo, si mereció la pena ver en una sala de cine después de mucha espera. Y conste que viendo el anterior reinicio de la saga era un riesgo que había. Y si es como yo con tan agradable compañía, pues más aún. Si tenéis la oportunidad no dudéis en pasaros por una sala de cine a verla, no os defraudará.
MI NOTA: 7,5/10