Lo ha vuelto a hacer. Juan Antonio Bayona es uno de los mejores (sino el mejor) director especialista en historias. Las cuenta de una manera magistral poniendo el detalle en lo realmente importante, deslumbra en la elección del reparto y en el trato con las cosas accesorias como la banda sonora o la fotografía. En el caso que hoy nos ocupa, Un monstruo viene a verme es la historia de un chico que está viendo cómo su madre se muere poco a poco por culpa de un cáncer. El proceso de imaginación y de aventuras del chaval personalizado en un monstruo gigante que cuenta una serie de historias es la manera que tiene de enfrentarse a esa terrible situación. Más allá de la buena actuación del joven actor protagonista, Lewis MacDougal;, de la sobria presencia y el empaque que le da a la cinta Sigourney Weaver; la para mí brutal actuación de una Felicity Jones que para mí es de lo mejor de esta nueva generación de actrices que hay ahora; y los buenos efectos especiales de la película (en especial del monstruo con esa voz embriagadora de Liam Neeson, quiero destacar los grandes pasajes de animación con ese rollo acuarela y la banda sonora que hacen que una peli tan dura pase a un plano menos cruel para el espectador. Bayona es un maestro en eso como ya demostró en Lo imposible. Es capaz de contar cosas de manera que te atrapen de principio a fin. Un monstruo viene a verme es una gran película. Imprescindible en este año cinéfilo tan flojo en mi opinión. Aunque coger unos pañuelos para tenerlos a mano.
MI NOTA: 7,5/10