Ya estoy por aquí para traeros de nuevo las mejores sagas que se han podido ver en el cine, y la de El Señor de los Anillos es evidente que ha marcado y marcará a millones de espectadores a lo largo de todo el mundo. Lo primero que quiero aclarar es que para mí la trilogía que se inició en el año 2010 basada en el libro El Hobbit merece un análisis independiente porque la historia, aun estando entrelazada con la que hoy nos ocupa, es totalmente diferente. Al menos en mi opinión.
Los preliminares
Antes de cualquier comentario que haga sobre esta serie de pelis tan magnífica he de decir que debo ser de los pocos que no se ha leído los libros, y eso tiene sus ventajas y sus desventajas a la hora de criticar la versión cinematográfica. Según mi criterio, al no tener con qué compararlas me supone una valoración objetiva de lo que he visto en las películas, aunque sin duda tengo el perjuicio de no conocer aquello que aparece en los filmes y en el libro se refleja con mayor detalle y complejidad, e incluso algunas cosas que ni siquiera habrán aparecido ni de refilón en toda su filmación.
Recordemos que partimos de una maravillosa historia que se inventó J. R. R. Tolkien y que adaptó Peter Jackson para el cine en una sola película que por longitud dividió en tres entregas que se emitieron entre el año 2001 y 2003 recaudando casi 3.000 millones de dólares en todo el mundo. De hecho se rodó toda de un tirón. Las más de 12 horas de metraje se grabaron de una sola vez allá por las tierras lejanas de Nueva Zelanda, impidiendo así que los paisajes o los personajes se vieran alterados por el paso del tiempo. Comenzamos destacando que esta trilogía que forman La comunidad del anillo, Las dos torres y El retorno del Rey sigue casi al detalle la manera de desarrollar cualquier libro del mundo: presentación, nudo y desenlace.
Comienza la aventura
Así en la primera de las tres, Jackson nos va situando a todos y cada uno de los personajes principales de la Tierra Media que nos van a ir acompañando durante toda la travesía. Cada uno con su contexto y sus circunstancias particulares. Lo que hace que esa mezcla que en un principio pueda parecer muy heterogénea acabe siendo una piña que traspasará los meros lazos de la amistad. Así que ahí tenemos ya a La Comunidad del Anillo formada por 9 peculiares personajes: Aragorn, Boromir, Legolas, Gimly, Gandalf, Frodo, Sam, Merry y Pippin. Dos hombres, un elfo, un enano, un mago y cuatro pequeños hobbits. Ahí está depositada toda la esperanza del mundo para evitar que Sauron, el líder maligno de la tierra de Mordor, recupere el anillo que le transmite todo su poder y le daría el dominio sobre todo y sobre todos:
Un anillo para gobernarlos a todos. Un anillo para encontrarlos. Un anillo para atarerlos a todos y atarlos en las tinieblas
La peli tuvo algunas críticas de lentitud y falta de consistencia para ir al grano, pero es evidente que uno no puede empezar una historia de este calibre dando el 100% porque sino el agotamiento del público sería extremo. Personalmente a mí me parece un acierto de su director y guionista, y como tal creo que la película está realmente bien. Con dosis justas de batalla, que van anticipando las grandísimas escenas bélicas que luego veremos, y buenas actuaciones de todos y cada uno de los actores protagonistas marcando ya el buen camino de la trilogía en general.
Batallando por sobrevivir
El Ojo de Sauron observando con el Monte del Destino al fondo
Las dos torres representa el nudo de la historia. Es sin duda en la que más historias se entrelazan y donde se le da un empujón más grande a la trama. Esta peli empieza después de un par de arduas batallas, alguna que otra baja sensible en el grupo, y con Frodo y Sam emprendiendo su propio camino hacia el Monte del Destino, aunque pronto encontrarán la colaboración de un personaje muy peculiar con una historia terrible a sus espaldas: la criatura Golum. Este antiguo poseedor del anillo (su tesoro) debatirá consigo mismo si debe o no ayudar a esos hobbits con su propósito de destruir lo que más ha querido en toda su vida. Seguidos de cerca por el resto de la compañía hasta que por fin les pierden la pista, todo el grupo acaba más preocupado de sobrevivir y ayudar a que otros lo hagan, que de ayudar al joven Bolson en su difícil misión. Mientras tanto, allá por Mordor, Sauron y su nuevo aliado Saruman preparan al ejército que intentará derrotar a los hombres del reino de Rohan y así diezmar a gran parte de los que pueden impedir que el señor oscuro vuelva a dominar el mundo. Las dos torres cuenta sin duda con una de las mejores batallas que se ha rodado jamás en el cine, al igual que ocurrirá con la mostrada en la siguiente película de esta misma trilogía. Pero esa lluvia incesante, esa nocturnidad avivada con la luz de la luna y el fuego y por fin ese amanecer marcó un antes y un después en lo que se refiere a batallas en el cine para mí. No obstante es claramente una peli de transición en la que vemos nuevos personajes que también tendrán una importancia relevante de cara al desenlace final.
Un desenlace magistral
El Retorno del Rey es la última de las películas que conforma esta saga, y no hay mejor manera de hacerlo, porque la peli es magnífica de principio a fin. El portador del anillo está cada vez más cerca de su objetivo, pero eso no impide que tenga que sortear mil problemas y peligros entre los que se encuentra el cada vez mayor poder del anillo, que le va consumiendo poco a poco. Este filme fue el más galardonado de los tres. En parte creo que como homenaje a la saga completa, aunque se lo hubiera merecido por sus grandes méritos individuales. Desde las grandes batallas recreadas con detalle hasta elevarlas a algo legendario (creo que todos recordaremos esos paquidermos gigantes y ese ariete-perro), hasta los momentos más emocionantes como la escena final o el esperado reencuentro de los protagonistas principales. Un grandísimo epílogo para una trilogía que marcó y marcará a todos los aficionados al cine.
Un solo pero, cuando las águilas recogen a Frodo y Sam del Monte del Destino. ¿Acaso Gandalf no podría haber hecho que les llevaran esas mismas águilas hasta allí directamente en un rato sin hacerles pasar por todo eso? Ahí lo dejo. Es lo único que me pareció algo rarillo.
Un reparto singular
A pesar del gran número de personajes de relevancia en la película, en este reparto hay una singularidad: la modestia del mismo. Peter Jackson no se fijó grandes estrellas para este apartado que hubieran desviado las miradas hacia un personaje en particular y no sobre la historia, que es lo realmente importante. Salvo Ian McKellen, los actores y actrices empleados en la cinta como protagonistas principales eran conocidos, pero no estrellones a nivel mundial. Desde entonces sí. Hagamos un repaso por los personajes principales de la peli y sus actores. Como siempre, hay unos mejores y otros peores, pero dentro de una buenísima tónica general que marca la trilogía en el aspecto interpretativo:
–Viggo Mortensen (Aragorn): es evidente que para este actor supuso un antes y un después, porque su papel está bordado. Épico, luchador, amable…lo tiene todo. Para mí se convirtió en el referente de la película más allá de Frodo, que a veces parecía un poco secundario a su lado.
–Orlando Bloom (Legolas): más allá de su atractivo para las espectadoras, no lo hace mal del todo, y aporta junto con el personaje de Gimly casi todos los momentos humorísticos de la trilogía. La escena donde se carga el elefante es sin duda brutal.
–Ian McKellen (Gandalf): la sabiduría y la cordura la pone este hombre, tanto en la peli como en su interpretación. Esa manera de cambiar el gesto de una batalla a otro completamente diferente cuando está con los pequeños hobbits es brillante interpretativamente.
–Elijah Wood (Frodo): Para mí de lo más flojo de la saga. Me parecía (y me lo sigue pareciendo) un soso que siempre tiene la misma cara de atontado pase lo que pase a su alrededor. No me desentona, pero creo que era un personaje al que se le podría haber sacado más jugo.
–Sean Astin (Sam): el fiel compañero de Frodo y otro que no me acabó de convencer del todo. En este caso le pongo como excusa que su papel no era del todo agradecido, pero aun así creo que se podría haber hecho algo mejor.
–John Rhys-Davies (Gimly): sin duda uno de mis personajes favoritos. No sólo porque aporte buenas dosis de humor, sino porque realmente tiene que ser complicado rodar tanto tiempo con esa pinta y hacerlo tan bien. Esas escenas contando orcos muertos al más puro estilo Obélix me encantaban.
–Andy Serkis (Golum): si por algo quedé maravillado después de ver El Señor de los Anillos es por la interpretación de este actor como Golum. Es evidente que los efectos digitales hacen mucho, pero no hay que restarle ningún mérito. Cada gesto, cada mueca, esa voz gutural…brillantísimo trabajo el suyo.
Junto a estos actores que podríamos decir principales, hay un gran número de actores fundamentales para la saga que merecen resaltar su papel. El eternamente difunto Sean Bean (Boromir), que cuando aparece es de lo mejor de la cinta con ese duelo entre la fidelidad al grupo y la avaricia propia de los hombres; la bellísima Cate Blanchett en el papel de la elfa Galadriel; la sosa Liv Tyler (Arwen) que seguía sin reflejar algún tipo de gestualidad en su paliducha cara; los avispados Dominic Monaghan y Billy Boyd (Merry y Pippin) que se meten en el papel de hobbits traviesos y que acaban resultando geniales; el papel desaprovechado de un buen actor como Hugo Weaving (Elrond); Bernard Hill que hace a la perfección de Théoden, Rey de Rohan; Éowyn, la sobrina de éste interpretada por Miranda Otto; el malvado Saruman interpretado por el siempre impertérrito Christopher Lee; y por último David Wenham (Faramir), el desplazado hermano del personaje de Bean y que no lo hace del todo mal tampoco.
Los aspectos técnicos…inmejorables
Creo que hay pocas películas en la historia del cine que tengan una fotografía más cuidada y mejor realizada. Bebiendo de lo que yo creo que son sus grandes predecesoras Braveheart y Gladiator, creo que esta trilogía supone un plus más. La recreación de las ciudades es genial y en las batallas no se recrea tanto en planos escabrosos y crudos como la peli de Gibson, pero sí traslada al espectador al centro neurálgico de las mismas de una forma viva, activa y sin misericordia. Esa fotografía plagada de escenarios magníficos de la tierra natal del director, Nueva Zelanda, no pasaría de ser buena si no estuviera acompañada de una calidad de sonido maravillosa. Le sumamos a esto una banda sonora que sin ser legendaria es destacable y nos sale que la ambientación en la trilogía es de lo mejor que he visto. Muy buen trabajo de Peter Jackson aunando todos estos elementos para formar este gran producto final. Un relanzamiento de su carrera que ha sabido rentabilizar después.
El pase de diapositivas requiere JavaScript.
Mi conclusión creo que ha quedado muy clara después de este rollazo que os he soltado. Es una de las mejores sagas de aventuras que se han hecho. Con momentos épicos, momentos divertidos, momentos duros, momentos bélicos…todos ellos momentos irrepetibles que sin duda han marcado a una generación que hizo de «El Señor de los Anillos» un libro de cabecera y desde hace unos años una pelis que venerar y admirar.
MIS NOTAS:
La Comunidad del Anillo: 8,5/10
Las dos torres: 9/10
El Retorno del Rey: 9/10