Ya tenía ganas de ver esta película de Damien Chazelle, director de la aclamada Wiplash. Todo el mundo habla maravillas de ella y está recibiendo premios uno detrás de otro. Bueno, pues La La Land, la ciudad de las estrellas no defraudó en absoluto esas expectativas. Me pareció una joya en medio de este mar de mediocridades que nos trae la cartelera últimamente. Desde el inicio con ese estupendo plano secuencia en la carretera hasta el melodramático final es una delicia cada escena. Ryan Gosling y Emma Stone nos llevan en volandas a través de sus peripecias laborales y personales haciendo que nos entreguemos totalmente a su magia. Realmente bien los dos, sorprendiendo a propios y extraños con su excelente nivel vocal. (Por cierto, un acierto del cine moderno subtitular las canciones para que el común de los mortales pueda comprender de lo que va). Musicalmente no tengo el criterio para decir si es buena o no. Sólo puedo decir que para un profano del Jazz y de ese tipo de música me pareció exquisita. Casi durante cada escena había la banda sonora perfecta. El resumen es obvio: me encantó. Una recomendación absoluta. No es extraño el papel de favorito para todos los premios habidos y por haber. Lo mejor que he visto este año junto a Civil War, en un registro totalmente diferente por supuesto. Una entretiene. La otra te embriaga y alegra un poco la vida.
MI NOTA: 8,5/10